El Salón de Comisiones del Palacio Provincial ha acogido este miércoles la toma de posesión de su cargo de la nueva adjunta a la Intervención General, Carmen Vargas-Machuca Sales. Un acto que ha estado encabezado por el presidente de la Diputación, Miguel Ángel de Vicente, acompañado del diputado de Hacienda y Desarrollo Económico, Óscar Moral; la Secretaria General, Lourdes Merino; el Interventor General, Pascual Navarrete; el Tesorero, Rodolfo de Prado, la viceinterventora, María Luisa López; y el jefe accidental del Servicio de Recursos Humanos, Miguel Ángel Cristóbal.
Vargas-Machuca pertenece a la escala tanto de secretaria-interventora como de interventora-tesorera y ha desarrollado anteriormente su trabajo como Técnico de Administración General en los ayuntamientos de Málaga y del municipio madrileño de Pozuelo de Alarcón. También ha sido tesorera en el Consistorio de Sevilla.
Tras la firma de esa toma de posesión, De Vicente, ha trasladado un mensaje de bienvenida a la nueva adjunta a la Intervención, tanto a la Diputación como a Segovia, detallando que a partir de ahora se le abre una “expectativa de actuación” de unos siete mil kilómetros cuadrados, que engloban “208 municipios, casi 350 núcleos de población y unas 104.000 personas viviendo”. No obstante, el presidente ha puntualizado la particularidad que otorga la cercanía a Madrid, “en unos casos a favor y en otros en contra”, con aspectos como el elevado índice de población estacional y de vivienda ocasional.
En cuanto a la Administración a la que se incorpora la nueva adjunta a la Intervención, De Vicente ha explicado que la Relación de Puestos de Trabajo de la Diputación comprende actualmente a 666 personas, valorando el “importante” proceso de renovación generacional que está en marcha desde hace unos años, con el objetivo puesto en continuar prestando unos servicios de calidad a los habitantes de la provincia.
En ese sentido, ha valorado la oportunidad de que las nuevas incorporaciones coincidan con quienes están más próximo a su jubilación -como es el caso del Interventor general-, de modo que se garantice el “traslado de saber”. Asimismo, ha invitado a Carmen Vargas-Machuca a que, en el desarrollo de las funciones que estrena, “más allá del control y la fiscalización” inherentes al departamento interventor, se aplique “la suficiente apertura de miras como para aportar soluciones” en las situaciones que lo requieran, puesto que “si al ámbito político le va bien, al funcionarial también y viceversa”.
Finalmente, el presidente ha subrayado que la nueva adjunta a la Intervención aterriza en “una Administración bastante saneada y aseada desde el punto de vista económico” y en la que “se van haciendo las cosas en función de las posibilidades que se van teniendo” desde ese ámbito de la disponibilidad económica.